Lo sabemos. Has leído mucho sobre marca personal. Tienes amigos o conocidos que están trabajando en ella. Sabes reconocerla inmediatamente en aquellas personalidades más llamativas (si, es ese no se qué que les hace especiales) pero ¿te has planteado que tú también tienes una marca personal? Y, lo que es más importante, ¿sabes que puedes utilizarla para desarrollarte como profesional? En Doyou Media vamos a contártelo.

Es imposible no tener una identidad propia, hasta el ser más gris y anodino la tiene, de hecho, es esa, ser invisible. Sin embargo, esa  identidad propia por sí sola no es una marca personal. Nuestra marca personal nace cuando somos conscientes de esa identidad y comenzamos un proceso de construcción de la marca.

 

Para construir tu marca personal deberás trabajar en tres etapas. Una primera de autoconocimiento personal, para la que emplearemos herramientas de análisis como un DAFO de competencias y otras para saber qué reputación tenemos, es decir, qué piensan los demás de mi, qué recuerdo les dejo.

La siguiente etapa de este proceso consiste en trazar una estrategia al más puro estilo empresarial, solo que en este caso el producto a vender eres tú mismo. Define tu visión, misión y valores. Por favor, sé coherente en este aspecto, se veraz, se auténtico. No te construyas una realidad que no eres porque no tardará en caer como un castillo de naipes. Una vez la tengas, márcate en qué mercados quieres estar y con qué objetivos, porque no hay mejor forma de no llegar a ningún sitio que no saber a dónde quieres llegar. Imagino que a estas alturas te habrás dado cuenta que dentro concepto de marca personal nada es casual, todo debe ser fruto de un proceso reflexionado y totalmente sistematizado.

Vamos cubriendo etapas en el camino, queda la última, pero no por ello menos importante, porqué ¿de qué sirve todo este trabajo si no te das a conocer? Así que luces, cámara y acción: repasa tus redes de contacto personal, define qué mensajes quieres trasladar y en qué foros, crea, en definitiva, tu propio plan de comunicación.

Un plan que, dado que vivimos en la era de Internet, no puede obviar su dimensión digital. Acéptalo, debes de estar en el entorno online. Pero no de cualquier manera, sino plasmando todos y cada uno de los aspectos que hemos comentado en las diversas redes sociales. Comienza por descubrir qué aparece sobre ti en los buscadores, bucea en lo que hace tu competencia, localiza las redes que mejor se adaptan al mensaje que quieres vender y que, a su vez, son el mercado donde tus compradores van a comprar. Y, por favor, no pierdas jamás de vista que en las redes siempre se deja rastro así que cuídalo para que siempre puedas dar la cara por él.

Si nos permites un consejo, está muy bien que reflexiones sobre todo esto pero si lo escribes… ¡Ay si lo escribes! El compromiso es mucho mayor, así que hazte con una libreta bien bonita o, mejor aún, con una pizarra que puedas colgar en un lugar visible y dibuja tu propio camino.

También estaría bien que además de leer post como este abundes en el tema con libros especializados, vídeos, conferencias… El gusanillo de la marca personal cuando te entra es imposible de evitar, créenos.

Y te preguntarás, muy bien pero todo esto ¿para qué? La respuesta es sencilla, para diferenciarte de los demás. Para ser esa persona y ese profesional que deja huella, que tiene algo que le hace único. Porque, no lo olvides, aquella época en la que lo que pesaba era tener un buen currículum ya ha pasado. Hoy y mañana, presente y futuro, están marcados por las personas que ponen en valor sus cualidades para diferenciarse.

Es posible que descubras con sorpresa que trabajas en una organización que recela del hecho de que sus empleados tengan una marca personal pero la buena noticia es que eso está cambiando, cada vez son más las empresas que saben que una imagen positiva y fuerte de sus empelados potenciará sin duda su fortaleza.

Un último apunte, vivimos en una sociedad que fluye, en constante evolución, una vez has creado tu marca y te haces visible con ella deberás monitorizarla, hacerle un chequeo anual, para introducir los cambios necesarios que te garanticen su buen estado de salud.